Carta abierta a Javier Lacalle: alcalde de Burgos
Eva Peña ha escrito una carta abierta al alcalde de Burgos en la que le pide que rectifique esta decisión.
Estimado señor alcalde:
Desde estas líneas no pretendo atacarle, sino hacerle sentir, llegarle al corazón. Usted sabe bien lo que significa para mí el mundo del toro. También sé lo que significa para usted. Por eso le ruego que reflexione sobre un tema que nos sangra a muchos burgaleses y a todos los aficionados a la fiesta de los toros: ¿por qué tanto empeño en tirar la plaza de El Plantío?
Ahora que sabemos por los informes técnicos que la estructura no corre peligro, ¿por qué ese empeño en echarla abajo? No lo haga, por favor. Porque, ¿sabe usted a lo que nos llevaría su decisión? A que desapareciera de nuestra ciudad la afición a los toros, ésa de la que usted siempre ha hecho gala.
Lo mío no es una pataleta al sentimentalismo. Me pueden razones de sentido común. Y como a mí, a muchísimos ciudadanos más que estamos contemplando cómo nuestro querido coso está a punto de desaparecer sin poder comprenderlo y, lo que es peor, sin saber cómo evitarlo.
Usted mismo lo ha confirmado: no habrá toros en Burgos en 2014. ¿Es consciente de las consecuencias que eso tendría? Un año sin toros significaría que hasta dentro de dos no volvería a haber feria. Eso, en una afición, es demasiado tiempo; un tiempo irrecuperable; un daño mortal.
Los aficionados nos sentimos completamente maltratados, y estamos hablando de que es el espectáculo de masas que más gente mueve en este país después del fútbol, que se dice pronto. La economía del toro de lidia y todo lo que gira en torno a ella reporta a las arcas del Estado ingentes cantidades de dinero. ¿No merecemos que se nos tenga en cuenta, que se nos respete y hasta que se nos defienda?
Nuestra desprotección es total. Estamos viviendo constantes ataques que se nos quieren vender como mayoritarios, cuando lo mayoritario es que en España no se pueda concebir una fiesta si en ella no se dan toros. Dejémonos de falsa moral. Hay más aficionados que detractores. Y jamás se ha luchado con más fuerza por promocionar la fiesta entre los niños y los jóvenes que ahora.
Que nos dejen de vender las corridas de toros como algo amoral y arcaico. La fiesta está más viva que nunca. Lejos de despachos; de intereses de unos y de otros. En un momento en el que el bolsillo del ciudadano anda en sus horas más bajas, no se llenarán todas las tardes las plazas de toros pero, ¿qué otro espectáculo es capaz de aunar ocho mil personas tarde tras tarde en muchas ferias, por no hablar de los llenos en la de San Isidro, en los que se juntan veintitrés mil almas durante más de treinta días?
Señor Lacalle, la plaza de El Plantío es brava y está en perfecto estado de conservación, que no de cuidado. Ha sido tal el abandono al que se la ha sometido en los últimos años que necesita un buen lavado de cara. Pero sólo eso: una mano de gato, no que entren las máquinas y que la tiren abajo. Los técnicos de la Universidad se lo están diciendo tarde a tarde durante este triste San Pedro que nos huele a miedo y despedida.
¿Por qué poner en riesgo una afición cuando por un dinero que se cubre con el canon de la empresa puede quedar perfecta?
Usted es aficionado a los toros. No cometa este error. Puede que lo lamente el resto de su vida.
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